¿Haces muchas grabaciones con tu cámara y entre estas grabaciones haces muchos rodajes de ficción o no ficción? Necesitas un transmisor de señal de vídeo, como el Hollyland Mars 400S Pro.
Cuando estamos en grabaciones, ya sean de ficción, corporativos, entrevistas o lo que sea, cuanto menos cableado y cuanto más autónomo sea el equipo que tengas, más flexibilidad y libertad de movimiento vas a tener a la hora de trabajar. Te lo digo por experiencia, alguna bastante dolorosa.
Una función primordial en este aspecto es la transmisión de señal, ya sea de combo en un rodaje o de la misma cámara para grabar en un receptor externo por el motivo que sea. Hay ya algunas alternativas en el mercado, pero gracias a Hollyland he tenido la oportunidad de probar el Mars 400S Pro y el resultado ya te puedo adelantar que ha sido brutal.
Cómo funciona el Mars 400S Pro
Pero vayamos por partes. Primero de todo, el dispositivo consiste en dos aparatos, uno emisor y otro receptor. El emisor lo puedes colocar por ejemplo en la jaula de la cámara, conectado por HDMI o SDI a esta (si son muchos metros, mucho mejor SDI). Y ahora viene la bomba termonuclear que me voló el cerebro: tenemos un receptor con una salida HDMI para conectar un monitor al que combear la imagen que tengamos de la cámara, pero no es obligatorio usarlo, porque el mismo emisor abre una conexión wifi a la que puedes conectarte usando un smartphone o una tablet. Y por cierto, funciona, muy bien.
Simplemente tienes que instalar la app, llamada Hollyview, que es compatible con iOS y Android, y conectarte a la red wifi que crea el emisor. Tendrás además controles básicos de la imagen, como aplicar cebra o focus peaking o tomar capturas. Por cierto, permite la conexión simultánea de hasta 4 dispositivos al mismo tiempo. Esto es ideal si queremos un combo, por poner un ejemplo, para el dire de foto, el de arte y maquillaje simultáneamente. ¡Fantástico!
Así que tenemos dos opciones de conexión inalámbrica: o bien lo conectamos al receptor, que nos permite tener calidad top de imagen dependiendo del monitor de campo que tengamos, o bien para mayor flexibilidad lo podemos conectar mediante wifi a cualquier dispositivo compatible. Ni que decir tiene que podemos combinar ambas opciones y seguiremos teniendo la señal en los dispositivos que queramos.
Características fundamentales
El Hollyland Mars 400S Pro tiene un alcance de 400 pies, es decir, unos 120 metros (de ahí el número en el nombre) y una latencia sobre el papel de 0,1 segundos. Pero ya te digo yo que esto es en teoría. Al final dependemos de que no haya obstáculos entre el emisor y receptor(es) y de que los dispositivos de recepción estén bien optimizados en su hardware y software para recibir la señal sin problemas. Por ejemplo, no vamos a tener la misma recepción una tablet de 10 pulgadas que en un smartphone de 5,5 pulgadas. Por lo general, a mayor tamaño, mayor “efecto antena” tendremos.
Respecto a la alimentación, disponemos de tres opciones: batería, alimentación por su conexión USB-C o clavija DC (incluye un adaptador). Mi favorita es la USB-C, ya que me permite conectar una powerbank con gran capacidad para más autonomía, aunque no siempre es la opción más flexible, ya que es una configuración menos compacta y necesitaremos colocar la powerbank mediante un magic arm y soporte, por ejemplo, para mantenerla fija.
Para encenderlo y conectarlo, basta con pulsar el interruptor de encendido de ambos dispositivos. En menos de 1 minuto los tendremos sincronizados en el mismo canal, sin tocar nada. En el caso de que lo conectemos mediante wifi a la app, solo tenemos que conectarnos a la red wifi que crea el emisor y abrir la app.
Para quién es el Mars 400S Pro
Sin duda, y tras haberlo probado en un entorno de “fuego real”, para mí el entorno perfecto de este dispositivo es un rodaje de cualquier dimensión. Incluso en producciones de presupuesto generoso puede ser un triunfo total, por su gran rendimiento, calidad de sus acabados, precio ajustado en comparación con otras opciones y flexibilidad en sus modos de uso.
También sirve para cualquier entorno de realización o grabación, aunque, bajo mi punto de vista, en sets estáticos (como la cabina de un streamer) tiene más sentido tirar cables para menor latencia y mayor estabilidad de la señal.
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“Combear” no existe. Monitorizar es más correcto. Se le dice Combo, porque ese era el nombre de un monitor con un grabador Hi8 que tenía integrado y que se usaba en los rodajes. Después salió para ámbito doméstico su versión VHS. En inglés se le dice Video Village.