¿Hay que irse de YouTube?

Mucho se está hablando últimamente sobre que ya no es lo mismo YouTube, o sobre creadores que hablan sobre que ya no es lo mismo YouTube, o sobre creadores que hablan sobre creadores que… Bueno, ya me entiendes. Pero la cosa es, ¿tienen razón en los argumentos que se esgrimen sobre que YouTube no nos trata a los creadores igual que hace unos años? Tamaña pregunta. Voy a darte una respuesta según mi opinión personal y lo que llevo observando desde hace años.

Antes de nada, ¿cuáles son los cambios que YouTube acaba de introducir? ¿Qué es lo que debemos seguir haciendo o dejar de seguir haciendo en YouTube? Antes de nada, para entender todo esto, quiero presentarte a un viejo conocido del canal por si aún no lo conocías: VidIQ.

CONOCE VIDIQ

¿Y qué es VidIQ? Pues un canal de YouTube, una web, una app, una extensión para Firefox y Chrome y mil millones de cosas más que te van a ayudar a crecer en YouTube.

Por un lado tenemos el canal de VidIQ, al que yo estoy suscrito desde 2017 o así. Pero es que desde hace un tiempo tenemos también una versión en español del canal de VidIQ. Y créeme, si quieres crecer en YouTube y conocer absolutamente todos los entresijos de esta plataforma, ya estás tardando en suscribirte.

Luego tenemos la extensión para YouTube, compatible con Chrome y navegadores basados en Chromium y con Firefox. Bueno pues la extensión ha recibido un lavado de cara hace poco y es ya mi extensión favorita de Firefox.

Uso esta extensión siempre que voy a hablar de cualquier tema en el canal, para saber el número de búsquedas y en general para saber si le gusta a la gente. Y luego sigo a rajatabla el asistente a la hora de subir vídeos. “Uy, me he olvidado de poner tarjetas”, “uy, me he olvidado de poner pantallas finales”, pues VidIQ te lo dice todo antes de que subas el vídeo.

Y por último tenemos la app, que es, sencillamente, una pasada, por dos detalles:

1. Te da ideas diarias que tú puedes descartar o aceptar deslizando, sí, a lo Tinder
2. Permite optimizar tus vídeos rápidamente, desde tu smartphone, siguiendo un asistente parecido al de la extensión web

Cambios en YouTube

Bueno, pues hay varios vídeos clave subidos hace algunos días al canal de VidIQ que te digo desde ya que tienes que ver porque te va a servir para tener una idea muy clara sobre qué es lo que quiere y qué es lo que no quiere YouTube a día de hoy. Por ejemplo, comentan que últimamente a YouTube no le gustan los vídeos largos y que cuanto más cortos sean, mejor. Sospecho que puedo saber el culpable de todo esto: sí señor, TikTok, YouTube Shorts, Instagram Reels, etc. A la gente ya no le gusta ver vídeos kilométricos, sino piezas cortas, y parece ser que esto se está contagiando al YouTube que todos conocíamos.

Otra cosa que comentan es que toda la parafernalia de despedidas que hacemos en los vídeos es negativa para mantener la retención, porque la gente sabe que lo que decimos al final de los vídeos ya no tiene valor, y como no tiene valor, se va del vídeo. Con lo cual, regla de oro: según VidIQ podemos aprovecharnos de las pantallas finales para hacer llamadas a la acción aprovechando la interacción con estos elementos. Es decir, que en lugar decir “y hasta aquí este vídeo, compártelo, dale a like y blablabla”, puedes mandar directamente a tu audiencia hacia otro vídeo relacionado para mantener la rueda girando y girando y mejorar tu presencia en YouTube. Conoces el botón de Netflix saltar al capítulo siguiente de una serie en lugar de ver los créditos finales, ¿verdad? Pues sería algo parecido.

Por otra parte, en este vídeo publicado el pasado 11 de octubre comentan que, según YouTube, ya no son importantes las etiquetas. Vale, pero, si no son importantes, ¿por qué siguen estando? Sí es verdad que ya te están dando una pista sobre la menor relevancia que tienen ya las etiquetas poniéndolas en un menú escondido en un desplegable, pero, si realmente ya no cuentan, ¿no sería mejor quitarlas y ya está? Según los chicos de VidIQ las etiquetas aún son importantes para ayudar a que YouTube entienda y clasifique mejor el contenido del vídeo, así que nunca está de más usarlas.

Pero es que este vídeo, además, contiene la madre de todas las claves.

La madre de todas las claves

Y es que esto debería ser estudiado por todas y cada una de las personas que quieran dedicarse o estén empezando un canal de YouTube hoy, en octubre de 2021. Probablemente en 2022 ya estará obsoleto, porque YouTube cambia constantemente, pero hoy es una auténtica joya.

Según comenta Rob Wilson (voz en YouTube de VidIQ, si tratas YouTube como un algoritmo, YouTube va a tratarte a ti como un programa o como un hacker.

Esto viene por todos esos gurús que te dicen “vamos a hackear YouTube”, “vamos a hacer que YouTube te ponga en primera posición haciendo no sé qué truco”, etc. Si actúas así, a YouTube no le va a parecer natural tu comportamiento. Como dice Rob, dos sistemas artificiales no van a trabajar bien juntos.

Según YouTube, esta plataforma recolecta 80 mil millones de fragmentos de información cada día. Que si temas que le gustan a un tipo de usuario, que si número de vídeos que ve, que si el tiempo que está viendo cada vídeo, etc. Toda esta información es procesada por el mejor sistema digestivo de datos que existe en el planeta Tierra, que es, ni más ni menos, que Google.

Por eso Google tiene la mejor IA para transcribir tu voz, o para localizar objetos en fotos, o para retocar imágenes con un solo tap, porque tiene a los mejores ingenieros del mundo trabajando en las mejores redes neuronales del mundo. Y una de esas redes neuronales está en YouTube.

Esa consideración fría de red neuronal no responde sino a lo que hace la gente. Si nuestro comportamiento como creadores dentro de YouTube no responde a lo que quiere la gente, tampoco va a responder a lo que quiere el algoritmo de YouTube. Y creo que esta es la clave principal por lo que mucha gente se ha ido de YouTube. Porque creo que esto es un error sobre todo, de enfoque.

Sobre querer irse de YouTube

De todo lo que se ha hablado sobre si merece la pena o no seguir en YouTube, poco más puedo añadir. Cada uno por supuesto tiene sus razones y puede hacer con su vida lo que quiera. Pero de todos los vídeos de despedida que ha habido en los últimos meses, me quedo con el de Javier Santaolalla, de Date un vlog. Una de las grandísimas claves que tiene es esta maravillosa reflexión al principio de este vídeo.

En efecto. Los seres humanos cambiamos, la vida cambia, no somos los mismos que hace 1, 2 ó 3 años. ¿Por qué deberíamos tener las misma metas que entonces? Ya he dicho muchas veces en este canal que existe un gran error de enfoque sobre YouTube, que es considerarlo un fin, un objetivo, una meta, y no un medio. Un medio increíblemente potente, pero medio al fin y al cabo.

Un medio para llegar a tu público, un medio para llevar a tu público a otro sitio o un medio para ti para llevarte a otro sitio. Y este enfoque creo que es compatible con esa sabia reflexión de Santaolalla. Si YouTube es un catalizador para provocar un cambio en nosotros mismos, y ese cambio implica dejar YouTube, ¿dónde está el problema? Si llevas 4 años subiendo vídeos cada semana y sientes que eso ya no te llena y quieres cambiar, ¿dónde está el problema?

Bajo mi punto de vista ese es el gran error de enfoque. Y gran parte de todo esto se debe a la filosofía del “sé féliz a toda costa”, que no me parece del todo adecuada. No me gusta nada primero porque está legitimando todas las injusticias que te ocurren a ti y que ocurren en el mundo. Es como pensar “el mundo está fatal, no tengo trabajo, no tengo dinero, pero “hey, tengo que ser feliz”. Te recomiendo que leas este artículo del gran filósofo Byung-Chul Han. Te va a dar claves vitales para entender las filosofías de pacotilla que estamos padeciendo hoy en día.

Y segundo, porque anula la posibilidad el cambio y en cierto modo te está obligando a aceptar lo que tienes. Si algo no te gusta, si lo ves injusto, si no te llena o no te hace feliz, aparca las filosofías poco saludables y dale un par de vueltas. Y yo creo que eso es lo que hizo Santaolalla y su respuesta fue “de acuerdo, creo que es el momento de un cambio”. Quizá se equivoca, pero quizá no.

Al final, nuestra salud, nuestro bienestar es lo más importante, no lo que diga un algoritmo o una red neuronal sobre lo que funciona o lo que no, no lo que diga una persona sobre si debemos ser felices o no debemos ser felices.