Escritorios de pie: ¿valen la pena?

¿Mejora la creatividad cuando trabajamos de pie? ¿Mejora nuestra salud? Y sobre todo, ¿usar escritorios de pie nos hace mejores editores de vídeo? Vamos a tratar de dar respuesta a estas preguntas.

Seguramente ahora seas una de esas miles de personas que están trabajando telemáticamente con tu PC de escritorio o portátil desde casa o en cualquier otra ubicación fuera de lo que solía ser tu oficina. Y quizá te hayas planteado montarte una oficina para ti, si tienes espacio y aún no lo has hecho.

Pues bien, hay una modalidad de escritorio para tu PC o portátil que se ha puesto un poco de moda últimamente, y son los escritorios de pie. En realidad descubrí su existencia cuando leí el libro En el momento del parpadeo, de Walter Murch. Para Murch, el trabajo de montaje es un trabajo editorial, técnico, mientras que el trabajo de escritura es un trabajo creativo. Murch diferencia entre la mente creativa, que necesita de reposo, de cavilar relajado, con la mente editorial, o técnica, que requiere de estar de pie. Fíjate lo que dice:

Es decir, el trabajo de montaje es como el trabajo de un cocinero, un cirujano y un director de orquesta. Y la verdad es que, si te paras a pensar, ¡tiene bastante razón!

Efectivamente, el tiempo es un elemento fundamental en estas tres profesiones. Échale un vistazo al vídeo que he puesto porque es sumamente interesante. Habla de la cinestesia, de la noción del tiempo que es imprescindible en el proceso de edición. ¿Qué es el montaje, sino una coreografía de elementos ordenados en el tiempo?

Y ahí fue cuando se me encendió una bombillita que estuvo en standby porque lo veía un poco descabellado. “Puff, si ya es una tortura estar 8 horas sentado en una silla, imagina estar de pie, parado, durante tanto tiempo“.

Con el paso del tiempo me fui topando con artículos, como este artículo imprescindible de mi amado blog Fitness revolucionario, o este de Xataka sobre los mitos y realidades de los escritorios de pie.

Estos artículos hacen mención a diversos estudios que aseguran que estar de pie en lugar de sentado disminuye la concentración de glucosa en la sangre y mejoran la circulación en general, ayudándonos a estar más despiertos y mejorando nuestro rendimiento en general.

Así que empezó a picarme la curiosidad y, para el segundo set de Creatubers, como es un set en el que no estoy todos los días, decidí montar una standing desk, o escritorio de pie.

Investigando opciones, descubrí que existen escritorios regulables en altura, algunos incluso motorizados, pero como en mi caso no es algo que fuera a hacer todos los días decidí hacerme con una mesa de pared plegable, que puedes encontrar en tiendas como IKEA o Lidl. En concreto la mía la compré en Lidl, pero aquí tienes esta opción de IKEA que cuesta exactamente 39 euros.

Estas mesas no están pensadas para standing desks, sino como mesas de cocina para comer o para montarte tu mini escritorio plegable. Pero como tienen un tamaño de unos 70-80cm de ancho, tenemos espacio de sobra para un teclado y ratón convencionales. Además, aguantan perfectamente el peso de estos dispositivos y el de ambos brazos apoyados. Para el monitor compré un soporte VESA, que en Amazon están en torno a los 10-15 euros.

Coloqué todo procurando que el borde superior de la pantalla quedase a la altura de mis ojos, y que mis brazos dibujaran un ángulo de más o menos 90 grados al apoyarlos en la mesa.

Es decir, no hagas como en el artículo de Xataka, en el que un colega está ahí encorvado con un portátil. No, eso es una tortura. Tienes que estar erguido y con el monitor a la altura de tus ojos.

Llevo ya 4 meses viniendo regularmente a este segundo set, en el que paso una o dos jornadas laborales completas a la semana en esta configuración de pie y creo que ya puedo sacar algunas conclusiones.

La primera conclusión es que Walter Murch tiene toda la razón. Los escritorios de pie son configuraciones idóneas para trabajos en los que la percepción del tiempo es fundamental.

La segunda conclusión que puedo sacar es que, al menos en mi caso, los escritorios de pie me ayudan muchísimo, pero muchísimo más a mantener el foco de lo que estoy haciendo que estando sentado, pero solo durante las primeras 2-3 horas de estar de pie sin cambiar de posición. Ahora bien, durante este tiempo estoy súper enfocado en lo que estoy haciendo y me cunde muchísimo más el tiempo, porque cuando tengo alguna tentación de hacer otra cosa que no sea trabajo mi cerebro me dice “hey, no malgastes el tiempo, que estás de pie”.

Y la tercera conclusión que saco, y la más importante, es algo que yo ya había experimentado y que mi fisioterapeuta de confianza (saludos, Alejandro), y esta máxima que te tienes que grabar a fuego, ya trabajes de pie o sentado: la mejor postura es la próxima. Aparte por supuesto de mantener una postura que no sea forzada, la clave está en cambiar de posición cada cierto tiempo. Eso también lo dice en el artículo de Fitness Revolucionario. Nuestro cuerpo no está diseñado para mantener una postura durante horas y horas, sino que necesita cambios cada cierto tiempo. Alternar 30 minutos sentado y 30 minutos de pie o descansar y hacer ejercicios de estiramiento y relajación es lo ideal.

Por último, no creo que mi creatividad sea mejor o peor estando de pie, pero sí siento que mi mente procesa la información de otra manera, que mis pensamientos fluyen con más alegría. No diría que es mejor que estar sentado (la clave es cambiar de postura), pero sí que te ayuda a tener una perspectiva radicalmente diferente de lo que estás haciendo, y eso nunca puede ser malo.

¿Te resulta interesante esta idea? ¿Trabajas de pie en tu oficina y/o casa? ¡Déjame tu opinión en los comentarios!