La DJI Pocket 2 es una de las cámaras de acción (o deportivas, o cardán como es este caso concreto) más completas que he probado hasta la fecha, pero eso no quiere decir que sea la mejor. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.
Y es que, cuando la DJI Pocket 3 está ya anunciada para noviembre, he adquirido esta Pocket 2 para un proyecto que me va a tener enfrascado el próximo mes de mayo (y del que por supuesto hablaré en Creatubers). Como necesitaba una action cam ligera y con estabilización para este trabajo, y a ser posible un sistema de microfonía sencillo pero de calidad, decidí hacerme con esta Pocket 2.
Voy a darte 5 claves que no he encontrado en ningún otro sitio sobre cámaras de acción y menos aún sobre esta cámara. Me habría gustado saberlas antes de hacerme con ella, así que allá vamos con la primera clave.
1. Formatos y modos de grabación de la DJI Pocket 2
Era para mí el dato más crítico, porque estaba buscando algo que pudiera grabar a 4K con un perfil de color lo menos agresivo posible para luego tener más margen de retoque, todo ello sin tener que usar 25 tarjetas de memoria que se pudieran perder. Vamos, que tuviera el mejor equilibrio posible entre calidad de imagen y tamaño de archivo.
Pues bien, no me quiero detener en especificaciones técnicas (las tienes aquí), pero la Pocket 2 graba a 4K a un máximo de 60 frames por segundo. Esto es exactamente lo que necesitaba, salvo un pequeño matiz. Resulta que el único formato de grabación que usa es MP4 en H.264. No tenemos H.265, supongo que por razones de procesamiento de la imagen en un dispositivo tan reducido, pero ahí estamos perdiendo un poco de calidad de imagen.
Otro detalle: en las pruebas que hice me dio unos 80 megabits por segundo grabando a 30 fotogramas por segundo y unos 100 megabits por segundo a 50 fps grabando un vídeo muy similar. Por comparar, la Mi Jia 4K da unos números muy similares grabando a 30fps y a 50fps: 70 megabits y 100 megabits aproximadamente. Pero claro, aquí la DJI gana en calidad de imagen.
Por cierto, que tenemos diferentes calidades de vídeo: una de ahorro de batería y otra calidad máxima, aunque la diferencia es infinitesimal en cuanto a bitrate. Usan exactamente el mismo códec, así que no acabo de entender por qué una diferencia tan pequeña. Y por supuesto tenemos el modo de grabación en un perfil llamado D-CLike, que básicamente lo que hace es aplanar el contraste para darnos un margen un poquito mayor de color grading.
Hay que tener en cuenta que los vídeos se graban a una profundidad de color de 8 bits, lo cual sumado al h264 nos da casi un formato de entrega sin muchas posibilidades de edición, siendo más casi un reclamo publicitario, pero mejor que nada es, y he de decir que los vídeos grabados en este perfil aguantan bien una corrección de color muy suavecita.
Además, disponemos de diferentes modos de grabación: hyperlapse, que son esos timelapse en movimiento con la cámara estabilizada; modo HDR, que hace supuestamente te da más rango dinámico pero que a mí no me gustó nada, y modos de fotografía con timelapse en movimiento sobre el eje vertical u horizontal usando el gimbal. Y aquí viene una de las grandes bazas de esta cámara.
2. El gimbal integrado
El primer plano en movimiento que grabé con esta cámara usaba mi bicicleta de travelling para moverme más rápido y nada más. El resultado fue muy pero que muy decente y no parecía en absoluto una primera toma. Esto lo conseguimos gracias al sistema de gimbal integrado. Es una total y absoluta pasada cómo la cámara “entiende” cuándo debe o no mantener el encuadre, cómo corrige las trepidaciones y cómo acelera y decelera los movimientos de paneo. Además, disponemos de varios modos de operar con el gimbal y en la pantalla integrada podemos hacernos una idea de cómo queda todo.
Y aquí es donde tenemos que hablar de la autonomía: hay una diferencia importante de autonomía de la batería que tenemos con la cámara en reposo y en el fragor de la batalla, usando el gimbal continuamente. Hice una prueba grabando sin parar con la cámara completamente estática y me dio exactamente 91 minutos de autonomía grabando a 4K al máximo de calidad.
Ahora bien, esta autonomía se redujo a la mitad aproximadamente, a unos 40 minutos, grabando en un entorno real, haciendo movimientos con el gimbal continuos, paneos, seguimiento de cara y con el micrófono bluetooth conectado a la empuñadura extra.
Ah, y por cierto, con una tarjeta de 32 GB me dio para grabar exactamente 49 minutos de vídeo. Vas a llegar justo a esos 49 minutos si estás usándola continuamente, pero insisto, depende mucho de la “carga de trabajo” que tenga la cámara.
3. Los accesorios del Creator Combo
Yo adquirí la Pocket 2 con el Creator Combo, que incluye la empuñadura para darle conectividad wifi y bluetooth, micrófono de solapa inalámbrico (que solo funciona con la empuñadura), un mini trípode para colocar la cámara de pie y una lente gran angular que se coloca mediante un imán. Aparte de esto, tenemos un cable para cargar tanto la cámara como el micrófono al mismo tiempo.
En cuanto a la lente gran angular, pasamos de 93 grados de campo de visión de la lente original a 110 grados con la lente gran angular. No es la cámara con el FOV (campo de visión) más amplio, pero sin duda ayuda este accesorio si queremos más amplitud.
4. Sonido en la DJI Pocket 2
Con el pack normal tenemos un solo modo de grabación de audio, y es con el micrófono integrado, que por cierto suena bastante bien. Con el Creator Combo disponemos de dos modos extra: o bien con el micrófono inalámbrico, y mediante una clavija jack 3.5mm que incluye la empuñadura extra y que sirve para conectar otro sistema que tengamos nosotros (por ejemplo, un micrófono lavalier por cable).
La verdad es que para según qué casos puede venir mejor usar un sistema u otro. Lógicamente el que mayor libertad y flexibilidad nos da es el micrófono integrado. En la prueba que puedes escuchar en el vídeo de arriba, se recoge bastante el ruido que hace la cascada, pero este era un caso un tanto especial y, teniendo en cuenta además que disponemos de un filtro de ruido, en otros ambientes menos ruidosos para recoger sonido de alrededor y nuestra voz con una calidad decente viene perfecto.
5. Conexión con smartphones
La pantalla integrada sirve para hacernos una idea de cómo queda la grabación, y ya te adelanto que es mucho más fiel a la realidad de lo que parece. Esta además nos sirve para hacer seguimiento de objetos o para monitorizarnos si la estamos usando en modo selfie. Ah, y tenemos dos modos de encender la cámara, con el botón frontal para iniciarla de frente o con el botón lateral para iniciarla en modo selfie. Pragmatismo chino en estado puro.
Pero aquí no acaba todo, y es que disponemos de un sistema para conectar la cámara a nuestro teléfono para dos operaciones: la primera, para usarla de pendrive. Podemos usar la cámara como dispositivo USB OTG, on the go. Con esto podemos usar la cámara como dispositivo de almacenamiento sin alimentación para pasarnos los vídeos a nuestro smartphone. Esto era algo imprescindible para mí: puede darse el caso de que estés en mitad de la montaña y necesites hacer un backup de tus datos en la nube. Pues fácil: conectas la cámara mediante un cable USB tipo C macho a macho a tu smartphone, navegas a la tarjeta de memoria y pasas los vídeos a Google Drive, Dropbox o lo que tengas.
Funciona francamente bien pero solo funciona con la empuñadura original, no la empuñadura extra, así que tendremos que extraerla. La otra opción por supuesto es hacernos con un adaptador de tarjetas micro SD que sea USB tipo C.
Y por último, podemos usar nuestro teléfono como “asistente” de la cámara mediante un adaptador que incluye tanto para Lightning como para USB-C que se conecta a la misma cámara y sirve para acoplarla al teléfono para y este como monitor, permitiendo hacerlo todo mucho más a lo grande. También con la empuñadura extra podemos conectar el teléfono por wifi, útil si por ejemplo queremos usar esta función de monitorización a distancia.
Qué le pido a la DJI Pocket 3
Lo primero y más importante, le pediría compatibilidad con H.265. Si con el mismo bitrate tenemos el doble de calidad, blanco y en botella. Para mí esta sería una casi una línea roja, teniendo en cuenta que en otros dispositivos de la marca ya disponemos de este códec.
Segundo, le pediría un sensor un poquito más grande. Este es de 1/1.7 pulgadas y da como resultado un dispositivo ultra pequeño. Eso sí, la calidad de imagen, sin ser desastrosa, creo que podría ser mejor. Un sensor de 1 pulgada por ejemplo con un H.265 yo creo que daría una calidad de imagen muchísimo mayor por un tamaño mayor del dispositivo, sí, pero sin sacrificar portabilidad. Además, tendríamos más espacio para una batería mayor.
Tercero, que solucionase los problemas de calentamiento. Sin ser un horno, la Pocket 2 se calienta bastante sobre todo en situaciones de grabación continua. Yo creo que un pequeño incremento de tamaño haría que el calor se disipase mejor, incluso añadiendo mayor capacidad de procesamiento si hay que meter H.265.
Y poco más, por lo demás la Pocket 2 me parece una maravilla de cámara sobre todo por la combinación de cámara muy compacta y el tema del gimbal, que abre un abanico infinito de posibilidades.
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