Cómo distribuir tu cortometraje

Una vez que hemos terminado nuestro maravilloso cortometraje, ese proyecto que tantos desvelos nos ha causado y que tanto ha costado levantar, llega la hora de la verdad: mostrarlo al mundo. Pero, ¿por dónde empezar? ¿Cuál es la mejor estrategia a seguir?

Vamos a ver tres de ellas, aunque por supuesto aquí solo tú (o tu productor, en el feliz caso de que lo hayas conseguido) es quien tiene la última palabra. Lógicamente no es lo mismo un cortometraje de 10 minutos que un videoclip o sketch de pocos segundos que encaja mucho mejor en el lado online que el offline. Cada caso es un mundo, pero la casuística se puede resumir en estas tres estrategias.

Plataformas online

El equivalente actual al clásico envío por correo postal de un cortometraje es la opción de usar plataformas de distribución online. Ni que decir tiene que, para el común de los casos, es mi opción favorita por ser infinitamente más cómoda, barata, rápida e incluso ecológica. Hay varias plataformas en Internet, aunque las más famosas son Festhome, Movibeta, Clickforfestivals y Shortfilmdepot.

Lo mejor de estas plataformas es que ofrecen las fechas límite de envío de festivales y clasifican estos por temática, género, duración o país. Además, muchos festivales directamente ofrecen su vía de comunicación para envíos mediante estas plataformas (como el Festival de Málaga, que utiliza Festhome).

Por otra parte, algunos festivales tienen una comisión de envío que te puedes ahorrar mediante tarifas planas. Es el caso de Festhome, que por 50 euros al año tienes vía libre para hacer cuantos envíos quieras a festivales que funcionen así.

Subir tu corto online

Una de las situaciones que más debates acalorados levantan. ¿Debo respetar “una ventana de distribución” en festivales o mi corto debe estar ya online? En mi opinión personal, siempre que haya sido yo el productor de la obra, mi filosofía es que llegue lo más lejos posible lo antes posible, y eso equivale automáticamente a que esté disponible en YouTube desde el minuto cero.

Sin embargo, hay mucha disparidad de opiniones y hay quienes piensan que respetar la ventana de distribución en festivales le da una doble vida o “protege” mucho mejor el cortometraje. Creo que son dos posturas igual de respetables. ¿Quién sabe si tu último cortometraje es la próxima sensación de YouTube que todo festival va a querer tenerlo en su programa por su incuestionable calidad?

Agencias de distribución

Y por último, llegamos a una especie de versión más refinada (y a veces eficaz), pero también menos económica, de la primera opción, que es usando agencias de distribución especializadas en cortometrajes. Es una opción muy viable porque combina el envío online (y muchas veces también offline) con posibles cupos en ciertos festivales que tengan acuerdos de colaboración con este tipo de empresas. Además, nos libran del siempre tedioso envío de nuestros trabajos, aunque sea online.

Aquí ya se abre un abanico de opciones a nivel de calidad y geográficas, aunque las más comunes son, por un lado, aquellas que aceptan todo tipo de trabajos y, por otro lado, aquellas que tienen criterios más excluyentes a la hora de seleccionar el material. En el caso de las primeras, en España por ejemplo tenemos Line Up, agencia con la que he trabajado en el pasado y no puedo estar más contento.

El otro caso es el de las agencias más selectivas. Estas últimas otorgan cierto estatus y “pedigrí” al cortometraje, por no aceptan cualquier trabajo. Por ejemplo, en España tenemos la Agencia Freak, todo un sello de calidad que suele llevar trabajos a festivales de mucho renombre.

En cualquier caso, mi consejo es que no te cierres puertas y que empieces por exhibir tu cortometraje en festivales locales o regionales. Observa y toma nota de la respuesta del público y apunta también todo lo alto que puedas llevando a cabo una de las estrategias mencionadas, siempre siendo honesto y crítico con tu trabajo. ¡Quién sabe si suena la flauta!