5 consejos para editar vídeo

Seguimos con nuestro breve “monográfico” sobre la edición de vídeo. Esta vez quiero traerte cinco tips o consejos básicos para lanzarte al mundo del montaje sin morir en el intento. Como siempre digo, comparto lo que yo he aprendido y puede que mi experiencia no sea aplicable a otra persona. Pero creo que son nociones muy básicas de lo que debemos tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a un trabajo de montaje audiovisual. ¡Allá vamos!

1. Ve de lo grande a lo pequeño. La clave de todo proceso creativo y artístico, lo que nos hace perder el miedo al folio en blanco y nos ayuda a tener una idea de adónde queremos llegar, es empezar desde algo general, más grande y macroscópico, e ir poco a poco haciendo zoom in hasta llegar a un nivel de detalle microscópico. Esto, en el mundo del montaje, se traduce en hacer un montaje general con los planos que tenemos (no importa que no sea la toma buena) guiándonos con el guión técnico. Nos servirá para hacernos una idea del tono en general que queremos para esta secuencia. Luego se va puliendo, quitando fotogramas espurios, seleccionando tomas buenas, reparando errores, etc. La grandeza del arte está en el detalle, nunca lo olvides.
2. Organízate. ¿Eres una persona desordenada? Tengo una mala noticia para ti: el trabajo de edición de vídeo es un trabajo de organización. Imagina que tienes entre manos el proyecto de un largometraje, en el que tienes a más personas trabajando en FX, montaje de sonido, etc. ¿A que sería imposible trabajar si no organizases el material? Ten en cuenta también el orden primordial de manejo de material: primero volcar, luego ordenar, por último editar. Respeta siempre este orden, nunca edites desde la tarjeta de memoria por grande que sea el subidón que te ha dado al ver lo que has grabado cuando llegas a casa por la noche después de rodar. Y siempre, repito, siempre, haz copias de seguridad de los brutos
3. Descansa. Este es el consejo más difícil de seguir, pero te aseguro que si no descansas llegará un momento en el que hayas perdido por completo la perspectiva que tenías del trabajo. Descansa cada 30 minutos o 1 hora, con 5 minutos de estirar las piernas es suficiente. Si es un proyecto muy grande, deja también que el montaje “macere” guardándolo en el cajón un día o dos. Cuando vuelvas a él habrás refrescado tus ideas y verás cosas que antes no veías
4. Revisa. Dale al play una y otra vez, revisa y requeterevisa el montaje. Piensa que a veces tendrás proyectos con un montón de efectos, que tardarás mucho tiempo en renderizar o exportar a vídeo. Si se cuela un “negro” u otro tipo de error, vas a maldecir tu existencia y sentirás una frustración infinita. Te lo digo por experiencia…
5. ¡Inspírate! Ya te lo dije en otro post anterior: copia, adapta, asimila y mejora. Así perderás el miedo a la página en blanco y estarás creando, aunque tú no lo sepas, tu propia personalidad creativa. Y ahora ya lo tienes más fácil que nunca. ¡No desaproveches esta oportunidad!

Como complemento a lo que acabo de enumerar, te recomiendo la lectura más interesante sobre el montaje audiovisual que puedas encontrar: En el momento del parpadeo, de Walter Murch, uno de los montadores más reputados de todo el mundo. Más que técnicas de montaje, aprenderás un montón sobre el oficio y el arte del montaje cinematográfico.