Así me intentaron hackear: ¡que no te la cuelen!

El otro día estaba tan tranquilo trabajando en Creatubers cuando me llega un email de colaboración de una tal Amelia, de Topaz Labs. En este email me pide colocar un post en el blog hablando sobre sus productos. Supongo que ya sabes que soy extremadamente selectivo con las colaboraciones que hago, y suelo aceptar solo aquellas que sé que pueden aportar de verdad a la comunidad Creatubers.

Bueno pues en esta ocasión sí me parecía interesante. He comentado programas de Topaz Labs en el pasado y la verdad es que me han funcionado muy bien. Pero había algo extraño aquí.

Lo primero que miro siempre en un email es su remitente, y aquí había algo que me chirriaba un poco. Y es que no me lo enviaba desde una cuenta corporativa, sino de un dominio llamado ruparupa punto com. Si accedemos a este dominio a través del navegador nos encontramos con una preciosa tienda online indonesia, así que mis alarmas empezaron a encenderse.

A veces ocurre que el personal comercial no usa el mismo dominio que la marca para la que trabaja, pero un dominio que me dirige a una tienda no tiene mucho sentido. Debería ser una agencia o algo así.

Así que decido contestarle con una oferta relativamente baja para ponerlo a prueba (que además salió bien). Le digo que le hago un post en el blog y un vídeo por 200 euros y una licencia de Topaz Video AI. En caso de que fuera cierto, me lo como con patatas y me llevo una licencia de Topaz Labs para hacer luego con ella lo que quiera.

Una propuesta no muy amistosa

Unas horas más tarde recibo una respuesta de nuestra querida Amelia. Me explica cómo tengo que hacer el vídeo y al final me dice “toda la información sobre nuestra cooperación la tienes en este enlace”. Después aparece un enlace a un archivo comprimido en Dropbox, con un mensaje al final diciendo “algunas personas tienen problemas para descomprimir este archivo, así que usa WinRAR en tu Windows”.

Estoy seguro de que te grabaste a fuego lo que dije aquí: no descargues archivos de email a menos que sea de fiar. Y este remitente, desde luego, no es de fiar. De hecho, lo que aparecía era un zipx en lugar de un zip, con lo cual ya me estaba adentrando en una zona radiactiva.

Lo que hice justo después fue ejecutar Linux Mint para estar más seguro y descargar el archivo adjunto. Aquí ya descubro el pastel. Tenemos un archivo .com muy sospechoso. Descomprimo el zipx y paso el archivo .com por Virustotal. El resultado es demoledor: un montón de antivirus detectan que el archivo está infectado con malware.

Así que, esta vez no, hackers, esta vez, NO. Y digo esta vez porque estoy seguro de que en algún momento caeré, pero espero que ese momento tarde mucho en llegar.

Lo siguiente que hice fue responderle que nunca descargo archivos desde fuentes desconocidas y que me lo envíe todo en este email. Respuesta de nuestra amiga: matojo rodante. Es decir, nada.

Y ya el broche de oro. Y es que Amelia no quiso cejar en su empeño y a las pocas horas me envía otro email exactamente igual que el inicial, como si no hubiera pasado nada. Esta vez le respondo con una cantidad absurda: 3 mil euros. Y esta vez, oh sorpresa, su respuesta fue diferente: matojo rodante.

¿Moraleja de todo esto? Desinstala Windows y usa Linux. Bueno, no tenemos que ser tan extremos, pero… bueno, un poco extremos sí podemos ser. Si tú, querido o querida usuaria de pie que solo usa el PC para navegar por internet o usar aplicaciones web y puede prescindir de Office, te invito a que explores la vía del pingüino. Si tu equipo es plenamente compatible, hoy en día hay distribuciones muy amigables y avanzadas, como Manjaro o Linux Mint, con sus repositorios de aplicaciones cuidadosamente seleccionadas por su comunidad. Además, los virus de Windows no tienen nada que hacer en Linux.

Es verdad que también hay virus para Linux y nunca vas a estar 100% protegido, pero créeme, Windows es muchísimo más atractivo para los hackers. Y esto es por la sencilla razón de que Windows es el sistema de escritorio más usado.

Por supuesto, también tienes la alternativa de instalar Mac OS, aunque aquí tendrás que tocar tu bolsillo. Aunque, si como yo, prefieres quedarte en Windows, enchúfate de nuevo el vídeo para asegurar tu canal de YouTube y desconfía siempre de lo que recibas por email o te encuentres por la web, a menos que sea de remitentes de confianza.